Potencial desaprovechado

    Como profesor de ELE, considero que la formación y el aprendizaje constantes, lo que en inglés se denomina lifelong learning, son esenciales para el buen desarrollo de nuestro trabajo. Por ello, no dejo de inscribirme en congresos, conferencias, talleres, cursos, etc. Muchas veces, participo en formaciones que tratan sobre un tema en concreto, algo sobre lo que quiero ampliar conocimientos. Sin embargo, en otras ocasiones, me inscribo en jornadas en las que se tratan diferentes temas. En función de la institución que organice las formaciones, los sujetos que se tratan cambian, pero hay uno que casi siempre esta presente: el uso de las nuevas tecnologías en la enseñanza de idiomas (de ELE en nuestro caso). Si bien esto muestra que nos hemos dado cuenta de las múltiples ventajas del uso de TICs en la enseñanza de ELE (mencionaremos algunas más abajo) y que nos preocupa y nos ocupa, como diría el entrenador del Atlético de Madrid Diego Pablo Simeone, su implementación, estamos casi seguros de que tanta presencia y tanto interés por parte de docentes puede esconder un problema en la raíz, que no es otro que la falta de atención por parte de los centros en los que trabajamos. Si los centros educativos dedicasen recursos y horas de formación a las TICs, ¿creéis que seguiría habiendo tantas jornadas que las incluirían y tantos profesores deseosos de saber más sobre este mundo que parece que nos están imponiendo sin previo aviso?

    Estaremos de acuerdo en que la enseñanza de idiomas no puede estar desconectada (nunca mejor dicho) de lo que ocurre en la sociedad. Todos vivimos pegados a ordenadores, móviles, tabletas, etc., por lo que, de forma lógica, lo que ocurre dentro del aula tiene que reflejar lo que ocurre fuera de ella. Además, las herramientas tecnológicas gustan a los estudiantes y nos facilitan la vida dentro del aula. Asimismo, a bote pronto, se nos ocurren otras ventajas de la utilización de las nuevas tecnologías en el aula:

- Aumentan el interés y la motivación de los estudiantes.

- Nos proporcionan un feedback inmediato.

- Mejoran la creatividad de profesores y alumnos.

- Ayudan a hacer que los discentes participen más en el proceso de enseñanza-aprendizaje, creando contenidos en herramientas como Genially o Canvas, por ejemplo.

- Nos permiten innovar en nuestras clases.

- Nos ayudan a proporcionar una enseñanza más personalizada y cercana a las necesidades de los estudiantes. 

    Hay más y, por suerte, nos hemos dado cuenta de ello. Sin embargo, creemos que haría falta un esfuerzo por parte de las instituciones para que los docentes se puedan formar y puedan sacar el máximo provecho a las nuevas tecnologías. De esta forma, evitaríamos situaciones como la que se puede ver en esta foto: 

Imagen 1. Elaboración propia

    Un aula recién renovada y adaptada para los tiempos que corren con videoproyector, pantalla táctil, webcam para poder dar clase presencial y a distancia al mismo tiempo, etc., en la que los alumnos tienen problemas para, ¡sorpresa!, conectarse a internet. Esto hace que tengamos que imprimir los documento y trabajar, un poco, a la antigua usanza. Potencial desaprovechado.


Comentarios

  1. Jorge, me ha resultado interesante lo que has comentado sobre el esfuerzo que han de hacer las instituciones para que los docentes se puedan formar y puedan sacar el máximo provecho a las nuevas tecnologías. Pienso que, sobre todo, es invirtiendo en los dispositivos como en la formación y, especialmente, en la calidad de conexión a internet. Este es el partido que nos ha tocado juagar y no tenemos que perder las ganas de formarnos y de dialogar con las Instituciones para mejorar. Y como dice el cholo Simeone: “Partido a partido”.

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    1. ¡Rubén! Muchas gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo contigo. El diálogo y la comunicación entre docentes e instituciones son fundamentales para saber dónde hay que mejorar. ¡Partido a partido!

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  2. ¡Hola, Jorge! Me resuena tu post y, sobre todo, la foto que posteas. Me pasa a menudo lo mismo que a ti, el internet se viene abajo, junto con la motivación de docentes y alumnos. Coincido contigo en que la innovación pedagógica en el campo de la enseñanza de ELE no depende solo de nosotros, los profesores, sino que también de la voluntad de las instituciones educativas, de la inversión que ellos hagan en la formación de profesores, en que los equipos funcionen y en que haya cobertura de internet adecuada para el uso de las TICs para que, en definitiva, se aproveche el potencial de los medios digitales.

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    1. ¡Ale! Muchas gracias por tu comentario. Efectivamente. Si la formación no es suficiente y los medios no funcionan es como si nos pidiesen que salgamos a cazar con tirachinas. Poco vamos a poder hacer.

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  3. ¡Qué atinado aporte Jorge! Las TICs llaman a la formación, a la capacitación constante para poder “sacarles el jugo”, lamentablemente nos falta camino que recorrer en este sentido, a veces siento que estamos llamados a autoformarnos y por instinto de “sobrevivencia digital” usamos la intuición y la curiosidad hasta llegar a duras penas a manotear la tecnología, pero por otro lado, no todos los estudiantes y profesores tienen acceso y cómo desde tiempos remotos la educación y los avances quedan relegados a unos cuantos privilegiados. Ojalá esta situación cambie para mejor, porque en lo particular el uso de las TICs en el aula y fuera de ella me resulta cómodo y de mucho provecho.

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    1. ¡Lis! Muchas gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Imagínate, con todas las herramientas que hay hoy en día, el jugo que les podríamos sacar para mejorar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.

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  4. Qué motivador tener compañeros conscientes, responsables y preocupados por su formación. Todavía a veces paso malos tragos cuando conozco a alguien y en la conversación sale que soy profesora, y luego se interesan por saber ¿profesora de qué? cuando digo de español ¡ya está! Dicen automáticamente: ¡Ah claro! Se entiende que ser nativo te da un certificado de profesor ELE. Nuestra profesión está un poco desprestigiada, desafortunadamente. Y nosotros luchando contra viento y marea para estar bien formados, y sí, completamente de acuerdo en cómo los centros escaquean responsabilidades al respecto. Me ha hecho reflexionar tu frase: “…nos están imponiendo sin previo aviso”.

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    1. ¡Muchas gracias por tu comentario, Marga! Sí, ese "¡ah claro!" me suena bastante...

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  5. Hola, Jorge:
    Me he reconocido en tu perfil del estudiante constante que busca cualquier manera de seguir su formación. Yo tengo la suerte de trabajar en un centro donde se invierte tanto en los dispositivos como en la instrucción de los profesores, pero reconozco que no son muchos estos lugares.
    ¡Muchísimas gracias por tu aportación!

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